Wednesday, April 25, 2012

Guibovich sabía que en el VRAE urgían 5 mil chalecos tipo III y IV

 La corrupción en todos los sectores de las fuerzas armadas y la policía nacional es su formación desde que se inician en esas instituciones hasta que mueren. La corrupción, la mediocridad, la incompetencia, la ineptitud, la incapacidad ha sido el caldo de cultivo y aprendizaje en nuestras fuerzas armadas y nuestra policía nacional.

Muchos militares de alto grado y comentaristas políticos han declarado que en el Perú estamos atrasados 50 años en potencial de armamento bélico y entrenamiento si comparamos con los chilenos. No señores no estamos en desventaja 50 años, la verdad que estamos atrasados mas de 500 años desde que los españoles nos dejaron como herencia su maldita enfermedad de la corrupción en nuestro país. Ahora tenemos ratas corruptas en todas la instituciones del estado peruano empezando por los Presidentes, Congresistas, Fuerzas Armadas y Policía Nacional, Poder Judicial, Fiscalía de la Nación, Gobiernos Regionales, Alcaldías, funcionarios públicos en todos los niveles, en fin RATAS en todas partes de nuestro territorio nacional.

Que hace el gobierno actual por combatirlo? NADA, roban la gasolina en sus propias narices en su guardia de seguridad, cambian y violan documentos de notas y ascensos en su propia institución, los sobornos, coimas y la corrupción continua.

Nuestro presidente dice que va a solucionar la INCLUSION SOCIAL CON EL DINERO DE CONGA esa es la pobre visión que tienen nuestros gobernantes. No Sr. Presidente Ollanta Humala la INCLUSION SOCIAL se va a implementar con el dinero de mas del 50% robado, mal invertido, coimeado, de sobornos, y malversación de los dineros asignados a nuestras instituciones del Estado a nivel nacional. 

 Eliminemos y combatamos esta peste de  lacras y ratas corruptas que destruyen y corroen al Perú diariamente.

PERUANOS  ANTICORRUPCION PLANTEAMOS AL GOBIERNO Y AL CONGRESO:

1.- Reducir en un 70%  los ingresos de nuevos alumnos a las escuelas militares de las Fuerzas Armadas (Ejercito, Marina y Aviación), y reducir en un 70% en los oficiales que se encuentran en actividad en las tres armas (Ejercito, Marina y Ovación), ya que en estas instituciones de oficiales se an convertido en un nido de delincuentes corruptos y todas las guerras que ha afrontado el Perú fueron perdidas.

2.- Que se elimine el servicio voluntario de los soldados de nuestro ejército y que se cree la escuela de profesionalización de nuestros soldados como una carrera estable y profesional pagados como cualquier profesional. Esto garantizara que nuestros soldados  sean competentes en cualquier acción de combate o ayuda al país en caso de desastres naturales, con un entrenamiento continuo en su profesión.

3.- Eliminación de la escuela de oficiales de la Policía Nacional y de todos aquellos oficiales que se encuentren en actividad, ya que han demostrado en toda su actividad desde su creación hasta la fecha de ser ineptos, incompetentes, incapaces,  mediocres y para peor de los males CORRUPTOS.

4.- Que  se cree la escuela de la Policía Nacional o se adapte la actual en un solo grado de ser policías como en los países de Australia, Nueva Zelandia, Canadá, países Europeos y Estados Unidos. Este sistema de la policía en estos países es efectivo, competentes y sirven reguardando el orden, combatiendo el crimen y el narcotráfico. Por su puesto que hay que eliminar a los corruptos dentro sus filas.

Un país sin CORRPTOS es un país que PROSPERA  EN TODOS SUS NIVELES ya sea en  Educación, Salud y Trabajo. Eso es lo que queremos de nuestro Perú.

 Fuente: La Republica

A la medida. Los chalecos comprados no son del nivel IV.

Documentos firmados por el mismo oficial indican que en agosto del 2010 "no contaban con ese artículo de vital importancia", pero se prefirió comprar un implemento de menor protección y de uso civil, es decir, de tipo III A.
 
Consuelo Alonzo C.

En la última semana, el ex comandante general del Ejército general (r) Otto Guibovich Arteaga ha defendido la "impecable" compra de mil chalecos antibalas que, como hoy se sabe, no protegen a los soldados de un eventual ataque con fusiles Kalashnikov o Galil, que disparan balas calibre 7,62 milímetros.

Según sus propias palabras, los chalecos de tipo III A adquiridos por el Ejército son "los que usan todos los ejércitos, en todo el mundo".

Pero esto último no sería tan cierto. Fuentes militares consultadas por La República refieren que la versión III A solo soporta el impacto de un arma 9 mm. y Magnun 357, es decir, que solo es de uso civil, y por lo mismo no deberían ser usados en un conflicto militar.

Solo los chalecos tipo III y IV, tal y como lo establece el Departamento de Justicia de los Estados Unidos a través de su Instituto Nacional de Justicia (NIJ, por sus siglas en inglés), son de uso militar y han sido debidamente testeados para resistir el ataque, para el caso peruano, narcoterrorista.

SIGUIENDO LA PISTA

Entonces, ¿qué ocurrió?
La historia comenzó el 30 de abril del 2010, cuando el comandante general de la Región Militar del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (RMV), general Benigno Cabrera Pino, remite un fax al jefe del SINTE (Servicio de Intendencia del Ejército), General Luis Caballero Toulier; y al Comandante general del COLOGE (Comando Logístico del Ejército), Víctor Manuel Ripalda Ganoza; en el que solicita "la adquisición y asignación de cinco mil chalecos antibala".

Si eran para la zona del VRAE era obvio que lo que el general Cabrera pedía eran chalecos de uso militar (de la más alta protección) y no civil.

Es más, una hoja de recomendación elaborada por los generales Caballero y Ripalda informaba a Guibovich que "a la fecha (agosto del 2010) la RMV no cuenta con ese artículo de vital importancia para la protección de su personal".

En pocas palabras, que los soldados que se enfrentaban a las huestes del terror no tenían ningún tipo de protección y que requerían de un chaleco para enfrentar la característica del teatro de operaciones.

Por esta razón son ellos (Caballero y Ripalda) los que establecen que, de acuerdo a las necesidades y usos, los cinco mil chalecos antibalas solicitados debían tener niveles de protección III A, III y IV.

Además, indicaron que la 18a Brigada Blindada se encontraba en condiciones de fabricar –inicialmente– "mil chalecos tipo III y IV de acuerdo a lo que se programe". Y, luego, agregan que para la confección de mil de esos implementos de protección para el VRAE (900 tipo III A y tan solo 100 tipo IV, es decir, con placas de cerámica) se requieren insumos valorizados en un millón 145 mil 916 nuevos soles.

Antes de esta hoja de recomendación y del pedido de la RMV, Guibovich ya había firmado una resolución (N° 495-2010 SG-CGE) en la que autorizaba al general Richard Pitot Guzmán, comandante general de la 18a Brigada Blindada, que firme convenio con Point Blank USA, fabricante de chalecos antibala.

MÍNIMA PROTECCIÓN
Es así que el 13 de agosto, tras haberse firmado el convenio "a dedo" con la empresa norteamericana –que fue la que 'enseñó' cómo fabricar el material de balística en las instalaciones del Centro de Entrenamiento Técnico Productivo (CEPTRO) de la 18ª Brigada Blindada–, Guibovich firmó un oficio en el que le informa al entonces Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Francisco Contreras Rivas, que las necesidades de las RMV son de cinco mil chalecos con protección II A, III y IV, pero que por el convenio inicialmente se iban a fabricar 900 con nivel de protección II A y tan solo 100 con protección IV.

Es decir que en todo momento, a pesar de saber que la RMV necesitaba la máxima protección para sus soldados, Guibovich decidió comprar lo que menos los protegía. Según su versión, mediante el convenio con Point Blank, esta compañía transferiría su tecnología el Ejército peruano para añadirle las placas de cerámica y alcanzar el nivel de protección IV.

Pero al final lo que la empresa norteamericana entregó fueron mil chalecos tipo III A, los que de acuerdo con Guibovich serían acondicionados como IV. Pero no se llegó a hacer.

Un punto que llama la atención es que el convenio suscrito entre el Ejército Peruano y Point Blank se rige por la ley del Estado de Nueva York (EEUU) y que en caso de cualquier acción legal o demanda esta solo podría ser presentada en cualquier corte federal del distrito sur de Nueva York o cualquier corte estatal localizada en el Estado de Nueva York.

Si el Congreso decide que la justicia inicie un proceso, deberá remitirlo a territorio estadounidense. ¿Por qué renunciaron al amparo de las leyes peruanas? Esa respuesta también deberán brindarlas quienes autorizaron dicho convenio.

GENERAL GUIBOVICH: "EN EL VRAE NO SE REQUIEREN CHALECOS NIVEL IV"
El general (r) Otto Guibovich reiteró que los chalecos III A sí protegen, y que incluso resisten esquirlas de escopetas y granadas. Pero precisó que de los 5 mil chalecos que solicitó la RMV dijo no recordar nada.
“El chaleco III A es un nivel estándar, en el VRAE no requieres nivel IV. No se puede caminar con eso”, sostuvo y dijo que quienes dicen que El III A no sirve “están mintiendo”.

Al ser consultado por qué se ordenó la adquisición de tan solo 100 placas cerámicas, señaló que “esa pequeña cantidad” permite reforzar 50 implementos de protección, y se usan solo cuando se envía a un comando a una tarea específica.

Luego reconoció que en el VRAE no se contaba con chalecos antibalas. “Para ser honestos, nunca hemos tenido chalecos, a excepción de la escuela de comandos y en operaciones especiales".

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